
Hoy, como cada Lunes, Gerardo de León ojea los periódicos con la esperanza de encontrar alguna noticia positiva, pero termina de leer el rotativo sin éxito... De camino a su despacho siente un escalofrío, no le da mayor importancia, pero es el presagio de la sangre en su camino...
Gerardo de León es un prestigioso abogado conocido como "El Muro" puesto que hasta el día de hoy NADIE ha sido capaz de hacerle caer en un juicio. Goza de gran reconocimiento entre sus compañeros de profesión y aunque correcto y muy cercano, sus tácticas no son compartidas por el sector mas conservador de su círculo.
La filosofía de Gerardo se basa en tres reglas básicas:
- Un juicio es la guerra y perder no es una opción.
- La verdad es relativa, solo escoge la que te convenga.
- Si hay jurado, lo que tu opines no interesa a nadie
Aquel día, estaba sentado en la mesa de su despacho saboreando un café, mientras leía una sentencia... un nuevo éxito para su carrera. Tras ese momento de relajación, vuelve a la rutina, escudado por montañas y montañas de expedientes un incómodo ruido le hace volver al mundo real...
Adriana, su secretaria se dirige a él con tono de voz sereno:
- Señor de León, tiene una llamada importante.
- Gracias Adriana.
Gerardo de León coge el teléfono con seguridad... cuando de repente.... un nombre... Alejandro Andrade... y esa seguridad se esfuma... para dejar paso a la incertidumbre... y luego al espanto....
El semblante de Gerardo cambia con cada palabra que suena en la boca de su interlocutor... hasta que de repente...
- Solicito sus servicios, señor de León... se que es el mejor, sabe que no puede negarse... es un favor personal... le compensaré....
- (silencio) Necesito pensarlo
- Usted no necesita pensar nada, yo pago, usted obedece
Acto seguido cuelga con fuerza... dejando a Gerardo aislado del mundo... con la mirada fija en la pared... en su titulo... abogado... "Cuando decidí ser abogado, fue para defender causas justas..." y da un fuerte golpe en la mesa....
Pero ¿y si Andrade intentase algo en su contra? no era descabellado, goza de miles de mercenarios que venderían gustosos su alma por un puñado de euros. En ese momento, un nuevo escalofrío recorre su cuerpo.
Gerardo se ve envuelto en un mar de dudas... aceptar... o no.... su conciencia ya ha elegido... pero ahora todo es diferente, su vida, su prestigio y su nombre están en juego.... un juego macabro que acaba de iniciarse...
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ResponderEliminargracias silvia
ResponderEliminarPues esto, para ser original, tb es una prueba
ResponderEliminary la demas partes para ver que le pasa a gerardo????
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