No existen limites

domingo, 1 de mayo de 2011

Un castigo... para siempre





Sentado tras su mesa, ojeaba cada uno de los expedientes que pasaban por sus manos, y tras reírse de ellos, los metía en la destructora de documentos, y a por otra cosa... Alejandro Andrade, dueño y señor de la empresa mas importante del país "Lussoan" solo sentía placer y relajación si había otra persona pasándolo mal... se sentía importante haciendo daño y sus trabajadores, eran casi siempre el blanco de su ira...

Alejandro era un chaval soñador, que buscaba su lugar en el mundo, ajeno a conflictos y a asuntos de política, el prefería ser autodidacta, y formarse a si mismo para ser el mejor, buen estudiante y buena persona. Tras empezar la universidad, se dio cuenta que le era prácticamente imposible cambiar el mundo, se sentía solo, puesto que a nadie le interesaba que el mundo cambiase, estaba bien así, ricos dominando a pobres, terroristas condicionando a países....

Pero hubo un suceso que cambio la vida de Alejandro para siempre, desde ese día no es el mismo y lo que antes era idealismo y sueños, se convirtieron en las mas amargas pesadillas, Alejandro había vendido su alma, al mas alto precio, ahora ya nada es lo mismo... y ese alma que vendió, se tornó color negro siniestro... su juego había comenzado

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